5 consejos bases para aplicar el método KonMari

¿Cómo ordenar tu armario?

Consigue el orden definitivo con el método de la gurú del orden,
la japonesa Marie Kondo. ¿Su secreto? Deshacerse de todo aquello que no te hace feliz y doblar la ropa para guardarla en forma vertical. Mas cosas dobladas y menos colgando es su lema.

Su libro «La magia del orden» es un éxito de ventas mundial. De pequeña, Marie ya ordenaba los armarios 
de toda la familia. Con el tiempo, convirtió su pasión en su trabajo y creó una consultoría para ayudar a organizar toda la casa.

«La organización empieza por la eliminación». Aunque cueste mucho para algunos.

El secreto del éxito del método, llamado KonMari, es empezar a organizar tirando todo aquello que no necesitas ni te hace feliz.

¿Quieren intentarlo? Aquí 5 consejos básicos para comenzar

Guardar sólo lo que nos trae recuerdos alegres.

Quédate sólo con las cosas que usas, te quedan bien y te hacen feliz. Marie dice que debes coger los objetos uno a uno con las manos. Solo así podrás saber si los quieres o no. Piensa en si te hace feliz, en su uso… y si decides no quedártelo, déjalo ir con gratitud (por los buenos momentos compartidos).

Ordenar por categorías y no por espacios

Siempre debes organizar por categorías, no por lugar. Es decir que si comienzas por la ropa, debes vaciar todos los muebles de casa en los que tienes ropa. Es la manera de ver su volumen real y descubrir si tienes prendas parecidas u «olvidadas».

Ordena y organiza todo de una sola

vez ya que de a poco no logras visualizar lo que se tiene. Busca bien cuando es el momento mas adecuado ya que necesitarás tiempo y disposición de tu parte. Ideal es partir temprano en la mañana y poner música. Lo mejor es hacer el orden siempre sola.

Primero desprenderse de lo que no necesitas y luego ordenar

Cada cosa debe tener un lugar visible cómodo y fácil para ordenar, pero antes de definir un lugar, hay que eliminar.

Empezar con lo que hay más en casa.

El orden para partir es siempre el siguiente: Ropa, libros, papeles, misceláneas y al final de todo, los recuerdos.