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Tocar, lamer, besar, son algunas de las maneras de estimular estas zonas más sensibles del cuerpo para llegar al orgasmo o estimular en el acto sexual, acá te contamos algunas de ellas.
¿Sabes cuáles son tus zonas erógenas? Las zonas erógenas son aquellas que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas. Existen algunas más comunes para la estimulación física, a través de acciones que van más allá que solo la penetración vaginal, o la masturbación clásica.
Acelera el ritmo cardíaco y logra orgasmos múltiples estimulando otras zonas, además de las zonas erógenas ya conocidas, como el cuello, los labios, pezones o zonas íntimas las que son excelentes para acariciar y propiciar el ambiente.
Pero el cuerpo es mucho más amplio y existen otras zonas erógenas secundarias, que quizás no conoces y que son especialmente sensibles, lugares que no te imaginabas que pueden ser estimulados y llevarte a alcanzar el orgasmo, a ti o a tu pareja.
En The Label te damos a conocer las cinco zonas que podrían llevarte al clímax y que aún no conoces, te invitamos a explorar nuevos lugares, solo o en compañía, para que así tengas un orgasmo femenino o masculino, pero el más épico en tu intimidad.
La cabeza es una excelente zona para comenzar, lo ideal es que puedas sentarte junto a tu acompañante entre las piernas y empezar en la parte posterior de la cabeza, pasando los dedos hacia arriba por el cabello y masajeando suavemente el cuero cabelludo. Al ser una zona muy sensible, puedes jugar con tus dedos y labios por el cuello para crear una doble excitación.
Las manos son muy sensibles y tienen distintas terminaciones nerviosas que pueden excitarte. Una manera de cautivar a través de las manos es chupar los dedos de tu pareja, algo que puede ser muy erótico. Prueba con mirarle a los ojos y levantar lentamente la mano a su cara, así puedes empezar a introducir los dedos en tus labios. Utiliza lengua y labios y como tip extra intenta tomarte más tiempo con la yema del dedo índice que sin duda le encantará.
Algo con lo que puedes probar es la clavícula. Esos pequeños huesos se consideran puntos de acupresión, por lo que desencadenan una relajación y a su vez una respuesta sexual más activa. Intenta pasar tus manos por el hueso y la lengua a lo largo de la parte inferior antes de dirigirte hacia el pecho de tu compañero.
En algunas personas la zona lumbar es la parte más sensible del cuerpo, en algunos ocasiona cosquillas, mientras que en otros puede una intensa excitación e incluso sensaciones orgásmicas. Utiliza manos y boca para probar si eso es lo que realmente le gusta a tu acompañante así podrás intensificar sus sensaciones.
Una de las zonas erógenas que probablemente no esperabas. La cercanía del ombligo con la vagina y el montículo de Venus provoca que las terminaciones nerviosas de la zona provoquen sensaciones aún más intensas. Algunas personas experimentan sensaciones en su clítoris a través del ombligo, lo que puede atribuirse a una vía nerviosa que conecta a la columna vertebral a través de la región pélvica. Intenta este truco y ve si puedes obtener un orgasmo único.
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