Lo que pasa cuando una pareja tiene estilos sexuales incompatibles

No es poco frecuente encontrarse con parejas que se llevan bien en todas las áreas menos en lo sexual, ya que ambos presentan estilos eróticos muy dispares. Es ahí donde empiezan los problemas y las frustraciones. Sin embargo, hay formas de enfrentar esto.

Si bien en materia de sexualidad cada persona es un mundo, hay quienes tienen un estilo sexual definido.  Por ejemplo, están quienes son más conservadores a la hora de la intimidad, mientras que  otros se muestran más abiertos y menos rígidos a la hora de explorar el universo de lo erótico. El problema está cuando se juntan dos personas que tienen dos estilos sexuales muy dispares y nadie quiere ceder en sus gustos o preferencias.

El estilo para hacer cualquier cosa puede ser el resultado de elementos biográficos, es decir, consecuencia de lo que ha sucedido en la vida de alguien, capacidades, deseos y también un conjunto de expresiones que tienen que ver con la identidad.

La forma que ejercemos nuestra sexualidad es algo muy personal y al  compartirlo con otra persona o más personas  puede dar como resultado un estilo de sexual de pareja. Este estilo podría ser catalogable de miles formas, como tradicional, alternativo, también se podría definir el estilo de acuerdo a la frecuencia sexual en base a quién es más activo o tipo de posiciones que se realizan.

Si hablamos de un estilo sexual de una pareja, éste está compuesto por lo que pone uno y agrega  otro y que no necesariamente sería el mismo estilo si cada uno de los miembros de la pareja por separado se relacionarán con otros.

¿Todo el mundo tiene un estilo sexual definido?

Existe un grupo de personas, pero que es minoritario, que  tiene claro cuál es su estilo sexual porque ha reflexionado y le ha dado un nombre, pero en general, la mayoría, ejerce su sexualidad sin ponerle un nombre.

Se puede homologar esto a quienes deciden definir su look y están conscientes de lo que quieren proyectar con él, pero la gran mayoría de las personas se viste cómo les nace o se sienten más cómodas. Basado en lo mismo, en general, las personas  ejercen su sexualidad por inercia, sin pensarlo mucho.

¿Qué pasa cuando se juntan dos personas con estilos eróticos muy distintos?  

Esto es algo que muchas veces trae problemas a la pareja. Los que más problemas tienen en este ámbito son justamente las personas que han definido su estilo sexual y se encuentran con alguien que no tiene el mismo estilo erótico, porque como lo tienen tan internalizado, si llegan a poner en segundo plano sus propios  deseos, es muy posible que se sientan frustrados.

Ahora, quienes viven su sexualidad sólo como les nace, también  pueden padecer de frustración a largo plazo, cuando se encuentran con un alguien que no compatibiliza con algún  gusto particular en la cama.

Todo también pasa por en qué lugar las parejas pongan la sexualidad, si ésta tiene una gran importancia en la relación. Si no tienen una coincidencia en estilo sexual, o no encuentran en la otra persona la flexibilidad en cambiar su estilo para encontrar un estilo común, se genera un conflicto.

Pero si se trata de una pareja que no le da tanta importancia al ámbito sexual, y no hay compatibilidad en estilos, esto no va  a pesar tanto porque van a pesar más los otros elementos que hay en la relación que mantienen a la pareja unida.

Consejos para compatibilizar estilos

Hay varias formas de afrontar cuando se está con alguien que tiene un estilo distinto  o que tiene preferencias distintas en la intimidad, una de ellas es la negociación.

Se puede, siempre y cuando ambos tengan un disposición para flexibilizarse y encontrar un estilo  común o lo más ideal,  que no se da fácil, construir un estilo común. Otra forma es actuar en turnos, a veces hacer algo que más le gusta a uno y después hacer algo que más le gusta al otro.

Un consejo vital: Es importante reflexionar acerca del estilo en la intimidad que uno tiene, el lugar de importancia que uno le da al sexo, y de qué forma se puede llegar a un consenso. La sexualidad es un mundo tan vasto y amplio, que quizás hay algún lugar que la pareja no haya explorado y que puede acomodarle a los dos.

También es importante tener claro los límites sobre lo que a uno le gustaría hacer y no. Se puede explorar, pero hay que  tener las reglas claras y definidas para sentir seguridad en la exploración y  sentir que esa exploración no te pondrá en peligro ni  generará una crisis de identidad.

Y por último, pero no menos importante, es que si hay una incompatibilidad en estilos, es recomendable que la pareja se atreva a la exploración de nuevas sensaciones. Se puede descubrir qué pasa con los accesorios sexuales, qué pasa con otros estímulos eróticos, cultivar el  imaginario erótico.

Una estrategia interesante es volver a jugar, los adultos dejamos de jugar porque pensamos que es una pérdida de tiempo, pero jugar tiene la acción concreta de poder ensayar cosas sin riesgos. Jugando se puede ir conociendo al otro y este es un elemento importante  para tener una sexualidad más saludable y feliz.

Es aquí donde los productos de bienestar sexual, como los juguetes, los accesorios y la cosmética sensual juegan un papel muy importante, ya que brindan la posibilidad de descubrir nuevas sensaciones y placeres.

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