¿De vacaciones con tu mascota? ¿Tarea imposible o posible?

Organizar un viaje, preparar las maletas y adaptarse a un nuevo entorno por una temporada no sólo afecta a los veraneantes. Sus mascotas también sufren el estrés de cambiar por completo su morada habitual.  Desde el momento en que comienza el viaje pueden presentar signos de intranquilidad.

Y es que para perros y gatos no es fácil estar fuera de casa.  “Los gatos son altamente territoriales, por lo que estar fuera de su entorno habitual puede resultar estresante, puesto que significa dejar el territorio al que ya está vinculado, donde ya ha dejado marcas en sus lugares favoritos.  Por su parte, el perro también debe pasar por un proceso de adaptación y mantener sus rutinas y horarios, tanto para alimentación, hacer sus necesidades y realizar ejercicio”, indica Carolina Figueroa, Médico Veterinaria.

¿Cómo lograr que no se convierta en caos?

Es por esto que contar con una buena planificación del viaje y estadía no debiera traer mayores problemas, y permite el disfrute de todos los integrantes de la familia, incluidas las mascotas.

Revisa los siguientes tips que entrega Carolina Figueroa para no dejar nada al azar.

Tips para no morir en el intento:

Si la mascota es un perro pequeño o gato, debe ir dentro de una jaula especialmente diseñada para este fin, con base de papel absorbente, en el suelo del asiento trasero del automóvil. Si es un perro mediano o grande, debe ir con un arnés con dos puntos de sujeción a los cinturones de seguridad de los asientos posteriores.

Esto evita que el animal perturbe la conducción del vehículo, y es una protección en caso de accidente. “Ante una frenada brusca, el perro puede salir eyectado si no está sujeto a un cinturón de seguridad, y como su peso aumenta con la fuerza del impacto, puede causar peores consecuencias a quienes van en el auto”.

Si el viaje es largo, se deben hacer paradas cada dos horas para que la mascota tome agua fresca, haga sus necesidades y ‘estire las patas’. Siempre bajo la vigilancia de sus amos y controlado con correa y collar para evitar que escape”, advierte Figueroa.

•  Es posible que la mascota se maree dentro del auto, por lo que es aconsejable que viaje en ayunas, si se trata de un perro adulto, debe tener su última comida diez horas antes del inicio del viaje, y si es un cachorro, cuatro horas antes.  Para evitar momentos de estrés durante el viaje, se puede preparar al perro o gato con alimentos diseñados para afrontar estas etapas de mayor tensión, como Calm, de Royal Canin.
• Nunca se debe llevar un animal en el maletero ya que puede haber calor excesivo y mala ventilación. Nunca se debe dejar a la mascota sola dentro del auto al ir a la playa o a comprar, ya que puede sufrir un shock térmico con graves consecuencias que le pueden causar la muerte.
• Al momento de llegar al destino, se debe dosificar moderadamente la cantidad de agua y comida para evitar que sea ingerida con ansiedad. Una vez instalados, se debe conservar los horarios habituales de comida, lo que significa que la familia debe organizarse.

“Durante el paseo, se debe mantener el mismo alimento que la mascota tiene en casa. Si no es posible adquirir el mismo, se debe procurar uno de igual calidad y hacer el cambio en forma gradual, mezclando los dos alimentos».

El siguiente paso es lograr que la mascota encuentre sus propios olores en la casa de veraneo, lo que se puede lograr llevando objetos del hogar, como alfombras, frazadas y cojines. También puede ser una ayuda el rociar feromonas sintéticas en la nueva casa y en la jaula de transporte. En la nueva casa deben seguir usando sus platos habituales, su frazada favorita y sus juguetes.

• Lo más importante es que la mascota siempre tenga agua para beber. “Si la familia baja a la playa o va de paseo. Siempre debe llevar un plato y una botella de agua fresca para que la mascota beba según su necesidad”.
• Estando en la playa, se debe evitar que el animal camine por la arena bajo el sol, ya que ésta emite altas temperaturas y puede causar serias quemaduras en las almohadillas de las patas. Esto se aplica también a otras especies, como es el caso de los hurones, fieles compañeros que también suelen veranear con sus amos.